Buenrostro califica la tendencia de relocalización de empresas como una “oportunidad histórica” para México, por lo que busca generar confianza en los inversionistas

El Gobierno mexicano quiere evitar llegar a un panel de controversias con sus socios comerciales en el TMEC para generar confianza entre los inversionistas, según ha expresado la secretaria de Economía Raquel Buenrostro este miércoles, en una reunión con periodistas. Para lograrlo, la Administración de Andrés Manuel López Obrador ha entregado a Estados Unidos y Canadá dos propuestas para avanzar en las consultas que se llevan a cabo en el marco del tratado comercial con ambos países.

“Creemos que vamos bien”, comentó Buenrostro. “El único objetivo e interés de resolverlo amistosamente es por generar confianza a las inversiones. No va más allá de eso. Si nos tenemos que ir a panel, nos vamos a panel, el problema es que ahí se alargan los tiempos y los inversionistas pierden interés en el país”, dijo la funcionaria.

EE UU y Canadá abrieron el proceso de consultas con México en julio, ya que argumentan que la política energética del presidente López Obrador viola las reglas del acuerdo comercial. Los países vecinos han puesto al centro de la disputa cuatro puntos: que a los privados no se les han otorgado permisos para operar; que la Ley de la Industria Eléctrica beneficia a las empresas del Estado; que la importación de gas se ha monopolizado por las empresas del Estado; y que Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene una ventaja indebida al no ser obligada a migrar a un combustible menos contaminante que los privados.

Los tres países están en la etapa inicial de consultas y, de no resolverse en este momento, los demandantes pueden ir a un panel de solución de controversias. Si el mecanismo fallara en contra de México, como prevén algunos especialistas en derecho comercial internacional, EE UU y Canadá pueden imponer aranceles en los productos que México exporta, entre ellos los de la agricultura. Estos pudieran sumar entre 10.000 y 30.000 millones de dólares, según expertos.

La guerra en Ucrania, así como las tensiones entre potencias económicas, detonaron una ola de relocalización (conocido como nearshoring, en inglés) entre empresas que buscan sacar sus operaciones de China para ubicarlas en países aliados. “Todos queremos aprovechar la oportunidad histórica, dar una buena percepción al exterior y que vengan las inversiones”, expresó Buenrostro. El lunes, el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora señaló que la incertidumbre en torno a la disputa del TMEC está ahuyentando la inversión extranjera.

Alejandro Encinas, subsecretario de Comercio Exterior, dijo que la dependencia trabajó con el sector energético para construir dos propuestas para EE UU y Canadá. “Nos parecen bastante serias, tangibles, que son acorde a nuestro entramado legal y que, desde nuestro punto de vista, puede resolver en definitiva dos de los cuatro bloques de estas consultas. Ya están sobre la mesa de nuestra contraparte”, comentó. “Si sigue esta mecánica de trabajo, creo que podemos dar buenas noticias rumbo a la cumbre de los tres presidentes”.

López Obrador recibirá su contraparte estadounidense Joe Biden y al primer ministro canadiense Justin Trudeau a principios de enero en la cumbre conocida como la de “Los tres amigos”. Las consultas del TMEC se llevan a cabo de manera paralela y por separado, aclaró Buenrostro. México espera recibir a funcionarios estadounidenses y canadienses en las próximas semanas para formar equipos de trabajo en los que se puedan encontrar soluciones.

Sin referirse directamente a su antecesora, Tatiana Clouthier, quien dejó el cargo en octubre, Buenrostro comentó que antes de su llegada a la Secretaría, no había una coordinación al interior del Gobierno para resolver las consultas. Incluso, aseguró Buenrostro, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, “no conocía las consultas”. “Por alguna razón, no estaba trabajando con el equipo de la Secretaría de Economía de manera coordinada. Entonces había muchas consultas que no estaban bien atendidas o exhaustivamente atendidas. Las contrapartes se quedaban con muchas dudas, esa fue una de las primeras observaciones que nos hicieron por el lado de USTR”, dijo Buenrostro, en referencia al Representante Comercial estadounidense (USTR, por su siglas en inglés).

“Al interior del Gobierno federal no se estaba trabajando de manera conjunta”, apuntó Buenrostro, “lo que estamos haciendo es trabajar con el sector energético, esa es la gran diferencia”. Buenrostro aseguró que Nahle está cooperando “con el ánimo de resolver de manera amistosa” la disputa comercial y Encinas dijo que la secretaria de Energía está proponiendo “soluciones concretas”.

Al ser cuestionado sobre si el Gobierno estaría dispuesto a modificar la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) como una vía para que se resuelvan las consultas, Encinas respondió que eso “no está en este momento en el radar”. La LIE no se está implementando, ya que las empresas privadas impusieron cientos de amparos, que aún están pendientes. En octubre, la Suprema Corte de Justicia reactivó el caso, por lo que ahora tribunales colegiados deberán fallar si los amparos se sostienen. De ser así, la LIE no se pudiera implementar de manera general, por lo que uno de los cuatro puntos de conflicto en las consultas pudiera resolverse.

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