En medio de la compleja situación internacional, Cuba prioriza la batalla económica, la lucha por la paz y la firmeza ideológica.
El presidente Miguel Díaz-Canel reafirmó que el horizonte de la nación caribeña continúa siendo socialista y mencionó que Cuba «aprecia a los países que con humildad y vocación profundamente humanista y solidaria, y que se mantienen fieles a sus ideas y resisten en cualquier parte del mundo”.
Durante la clausura del XXII Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros, el también primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), instó a la concertación de esfuerzos a las más de 140 delegaciones de 77 partidos y 60 países, acreditadas en el evento.
“Aquí estamos, soñando y haciendo; sobre todo intentando que se haga posible lo imposible, es decir, haciendo lo que los enemigos del socialismo y por tanto del progreso humano dijeron que era imposible, desde que las ideas de Marx, Engels y el Manifiesto Comunista aparecieron para movilizar a los explotados y aterrar a los explotadores”, aseveró el jefe de Estado cubano.
En este sentido, el mandatario añadió que la crisis del capitalismo, agudizada por la pandemia de la Covid-19, profundizó la exclusión, las desigualdades sociales y favoreció el surgimiento de ideas extremistas y fascistas.
Asimismo, transmitió un apoyo invariable a Venezuela, a la Revolución Sandinista, y a las causas de los pueblos de Puerto Rico, Palestina y Árabe Saharaui; además de felicitar al Partido Comunista de China por el éxito de su recién celebrado Congreso.
“Desterremos el personalismo, la división y el sectarismo, prácticas que profundizan las diferencias, exacerban la desconfianza y quiebran los consensos y favorecen al imperialismo; la división siempre favorecerá los intereses de las fuerzas que representan al capital financiero internacional, a la contrarrevolución y al imperialismo”, enfatizó el líder.