Bueno, pues hoy, hay que celebrar, y hay que celebrar porque, después de dos años de miedo y de incertidumbre, nos volvemos a reunir de manera presencial y sin duda, es un privilegio estar hoy aquí con las y los 300 líderes de México, porque ahorita en este momento, hay parte de ese pulso de la nación. Y claramente México, una vez más necesita de nuestro compromiso, de nuestra vocación, de nuestro talento, de nuestra experiencia, pero especialmente, de nuestro amor, para que hagamos lo correcto en este momento de la historia.

Porque para despertar México, hay que pensar México; pero, ¿cómo lo pensamos? Pues hay que pensarlo como una idea en construcción, como un anhelo colectivo, como un proyecto perfectible e inacabado.

Aquí estamos los que con el esfuerzo han podido sobresalir, pero también, gracias a las libertades y las oportunidades de México, y tenemos que seguir abriendo puertas para que las y los que hoy no han podido estar, hoy con nosotros, puedan estar, porque la tarea de los líderes, es seguir creando líderes, no seguidores. ¿Y saben? Los líderes a veces se crean en momentos de desafíos, yo quisiera compartir con ustedes algunos de ellos, con 3 conceptos: crear, crecer y construir.

La pregunta es: ¿Qué se crea? Se debe crear un ambiente, una atmósfera propicia para que haya diálogo, para que haya productividad, para que haya desarrollo económico y calidad de vida, y la pregunta es: ¿la tenemos?

Porque, si viene a la mente la palabra seguridad, tendríamos que preguntarnos cómo en los últimos 20 años a 15 años, la perdimos, pero lo más triste, es que perdimos la capacidad de asombro, perdimos la capacidad de poder distinguir entre lo que es aceptable e inaceptable, y lo hicimos parte de nuestros patrones, lo normalizamos.

O, ¿cuántos en este recinto llegaron en coches blindados? ¿Cuántas mexicanas y mexicanos hoy ya no salen a lugares públicos por miedo a la inseguridad?

Y saben, hemos hablado mucho de capacitación, y la mayoría de los policías, están capacitados; de equipamiento, y los sistemas de inteligencia funcionan, y funcionan bien, pero lo que no hemos hecho, es analizar si tenemos normas que sean eficaces.

Yo les quiero poner 3 ejemplos: es eficaz que, por ejemplo, un empresario, dueño de un mercado o el dueño de una miscelánea, le cobren renta, o un periodista reciba una amenaza, o una mujer reciba violencia de género en su pareja, lo denuncié, para que semanas después se vuelva parte de la estadística, de las tragedias de nuestro país, porque la denuncia no es prueba plena para detener al agresor.

¿Es eficaz cuando tenemos jueces o juezas que interpretan la ley de manera correcta, pero para que 48 horas después salga el delincuente que se detuvo con drogas, con armas largas o en flagrancia?

Es eficaz escuchar a una madre, víctima de feminicidio que te diga: ¿cuántos años más hay que esperar, para que puedan vincular a proceso al agresor de mi hija? Y lo traigo a colación porque, en estos momentos, hubo un buen debate sobre la presunción de inocencia, y sin perder el oriente del respeto a los derechos humanos, ¿saben qué no hemos hecho? Traer al centro a las víctimas, y hoy hay una gran deuda con las víctimas del delito en el presente de nuestro país, por eso vale la pena el día de hoy ir más allá y preguntarnos, si no vale la pena abrir la conversación en el tema de la Constitución y de las leyes, para que podamos hacer una reingeniería en el Sistema Penal, para que ya los delincuentes no evadan la ley, para cerrar la puerta giratoria y por supuesto, para que ya no allá más inocentes en nuestras cárceles.

El segundo gran desafío es crecer, y hoy hay tres “P”; personas, productividad y planeta, hoy ya no podemos entender una sin la otra, pero empecemos con personas, porque para crecer hay que enfrentar la pobreza, hay que enfrentar la desigualdad, las asimetrías de México y, ¿cómo se hace eso? Pues, hay que poner un piso mínimo, como lo hizo la Unión Europea en su momento, para que todos los que estén abajo, tengan un fondo estructural en donde llegue el agua, el drenaje, la luz, los servicios y la conectividad y que con los 460 mil millones de pesos que hay de programas sociales, generemos capacidades, para que todos ellos y ellas puedan salir adelante y sean independientes económicamente.

Se crece también, cuando se le apuesta al desarrollo regional, y aquí México lo hizo y lo hizo muy bien, lo hicimos en Nuevo León, cuando llegó el gas, cuando el Tratado de Libre Comercio impactó y hoy hemos tenido una de las rachas de crecimiento sostenido más importantes de la historia, comparada con China o con Singapur. Lo hicimos también en el Bajío, con la transición agrícola al sistema agroindustrial y hoy, que la mirada está en el sur, tenemos una gran oportunidad, con el gran Corredor Interoceánico, claro si aprovechamos las coyunturas de las guerras bélicas, de las guerras comerciales o de la pandemia que lamentamos, pero hoy son la mejor oportunidad para generar un nuevo motor de crecimiento y ahí, hay que tener un fondo de desarrollo regional.

Se crece cuando se es incluyente, hoy, aquí en este recinto solamente 18 % de mujeres están representadas, cuando como dice mi paisana Eufrosina Cruz, a los pueblos originarios no se les ve como víctimas, sino como oportunidad; y por supuesto, cuando a las niñas, niños, jóvenes de México, les damos una política educativa, y ahí no hay más derecho constitucional, derecho humano, derecho público, el internet y las tecnologías de la información en todas las aulas de México, para el sistema básico, medio superior y superior.

Se crece cuando se respeta el medio ambiente y se le ve como motor, no como obstáculo, cuando se tiene una política energética que apuesta en las energías renovables, pero también, reconoce que el presidente Joe Biden no fue a saludar a su homólogo de puño, sólo porque sean buenos amigos, o que este año, Alemania va a canalizar el 8 y el 9 % de su Producto Interno Bruto este invierno, cuando por lo regular canalizaba el 1 %. Las energías fósiles, siguen siendo parte de la ecuación, pero en México la buena noticia es que tenemos las dos, y podemos generar los equilibrios necesarios.

Se crece con una economía de mercado abierta que le apueste al sector privado y a la innovación.

Y por último, para crear y crecer, hay que construir, y ahí es diálogo, no hay atajos en la democracia, tiene que haber un diálogo que proponga, no que descalifique, un diálogo que escuche, porque allá afuera hay un México profundo que exige respeto a la dignidad y que está dispuesto a morir por respeto a la dignidad; así le hicimos con los maestros en el caso de Oaxaca; un diálogo que construya mayorías, pero que no aplaste a las minorías, y por supuesto, el diálogo de la historia, ese que tiene que ver con la inspiración de todos esos líderes que nos han dado la oportunidad de estar hoy aquí, y de recordarnos que, si no recordamos bien la historia estamos destinados a repetirla, por eso, hoy, aquí con los líderes y las líderes de México es importante hacer esas reflexiones, porque, los hermanos Ferráez nos han propuesto hoy, una frase: «Despierta México».

Y, para que despierte México, hay que hacer lo que ustedes saben hacer muy bien, que es cambiar la narrativa, ser disruptivos o disruptiva, pensar fuera de la caja, o como diría Steve Jobs: «think different», porque ahí es cuando vemos las oportunidades. Así lo hemos hecho nosotros en Oaxaca, en donde, un estado que no crecía, al año pasado, fue el que más que creció, en donde disminuimos la pobreza y por supuesto, en donde hoy, hay más Oaxaca en el mundo y más del mundo en Oaxaca, porque la seguridad no es un tema de indicadores, es un tema de realidades.El día de hoy, «Despierta México» nos propone buscar a ese México que tenemos dormido todas y todos. ¿Para que despierte a qué? Al imperio de la Ley, a la justicia social, a la libertad de expresión, a ese México de resultados verificables, medibles en el ejercicio de gobierno, a un México plural, que tenga disenso respetuoso y por supuesto, a un México en donde haya coordinación entre los tres niveles de gobierno, los tres poderes de la unión, pero, en el centro estén los ciudadanos. Porque México es de todos, México es de todas; y despertarlo, pensarlo, crearlo construirlo y crecerlo, es obligación de todas. Así que hoy, ¡que viva México!

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