Las autoridades hicieron las detenciones en los al rededores del recinto, así como en los transportes públicos
A pesar de que no se registraron altercados ni antes ni después del partido, las autoridades francesas anunciaron la detención de 39 personas en los aledaños del Estadio de Francia de Saint-Denis, que acogió el viernes un Francia-Dinamarca y que hace una semana había sido escena de incidentes en el Liverpool-Real Madrid.
La Prefectura de la Policía publicó este sábado un tweet detallando que las 39 detenciones realizadas por policías y gendarmes se produjeron alrededor del estadio y en los transportes públicos que dan acceso al recinto.
Después de la polémica final de Champions, en la que largas colas y una contundente acción policial podrían haber provocado una tragedia, unos dos mil 700 policías se desplazaron el viernes a la zona del estadio. Entre ellos, destacan unos 600 agentes de paisano con la meta de neutralizar los pequeños robos, muy comunes el pasado sábado.
Junto a ellos, estuvieron unos mil 200 agentes de seguridad en uno de los filtros de seguridad previos a la entrada.
Hace una semana y según datos del Ministerio de Interior, se había desplegado un dispositivo de más de seis mil 800 policías y soldados para garantizar la seguridad de la final. De ellos, dos mil en el estadio y sus alrededores. Entonces, hubo 77 arrestos, la mayoría por pequeños hurtos.
En el Francia-Dinamarca de la Liga de las Naciones de anoche (victoria por 1-2 para los nórdicos), unos 77 mil hinchas, de los que mil 800 eran daneses, accedieron al Estadio de Francia, de manera fluida y con calma, en oposición a lo sucedido el 28 de mayo, cuando se amontonaron miles de seguidores, especialmente del Liverpool, en las diferentes entradas del recinto.
Entonces, ante la masiva llegada de entre 30 mil y 40 mil personas con entradas falsas o sin entradas, según cifras del Gobierno galo, los accesos al estadio colapsaron y generaron unas enormes colas que obligaron a retrasar 36 minutos el inicio de la final debido a que muchos seguidores del Liverpool tardaban en acceder a las gradas.
La policía gala fue además muy criticada por haber intervenido contundentemente usando gases lacrimógenos y muchos hinchas también denunciaron robos en las inmediaciones del estadio.
El Gobierno británico, el Liverpool y el Real Madrid han pedido explicaciones por lo sucedido, mientras la UEFA emitió un comunicado de disculpas y el Gobierno francés reconoció que se podía «haber hecho mejor».