La falta de gas neón proveniente de Ucrania complicaría aún más la producción.

Durante febrero, armadoras como Mazda y Volkswagen se vieron obligadas a parar la producción de sus plantas en el país debido al desabasto de componentes y semiconductores, lo que llevó a la producción automotriz a caer 4.6 por ciento anual, de acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

En este sentido, Fausto Cuevas, director general de AMIA, anticipó que es probable que se realicen nuevos paros debido a que continúan los problemas de abasto de componentes y semiconductores.

“Es probable que haya nuevos paros técnicos dependiendo de la disponibilidad de semiconductores o chips, ya que los paros han sido obligados por falta de componentes que requieren de estos dispositivos”, compartió Fausto Cuevas.

En el mundo el desabasto de semiconductores provocó que en el primer trimestre del año se dejarán de fabricar 723 mil 445 unidades, de las cuales 40 mil 968 vehículos corresponden a México; 22 mil 338 automotores a Canadá y 112 mil 601 coches se dejaron de armar en Estados Unidos, de acuerdo con datos de la Industria Nacional de Autopartes (INA).

Al respecto, Francisco Bautista, socio líder de Manufactura Avanzada y Movilidad de EY, coincidió en que, a 23 meses del inicio de la pandemia, pueden seguir habiendo paros técnicos en este año por falta de insumos, sin embargo, anticipó que conforme avance el año podría comenzar a reducirse.

“La respuesta es sí (habrá más paros). Si vemos cuando empezó esta crisis de semiconductores a finales del 2020, ahorita ha ido mejorando, yo sigo esperando que esa tendencia se mantenga”, dijo.

Afirmó que su pronóstico es que la industria verá una estabilización en el abasto hasta el segundo semestre del 2023 y al mismo tiempo aclaró que la producción detenida del gas neón en Ucrania, utilizado para los semiconductores, puede ser un problema de gran importancia.

“El tema de los insumos va a seguir siendo complejo, las cadenas de suministro no son resilientes todavía. Todavía existe una gran dependencia hacía los proveedores”.

Asimismo, habló de las iniciativas que han tenido algunas empresas para sobrellevar la escasez de semiconductores.

“Volkswagen fue a tratar de comprar los semiconductores directamente a los fabricantes, General Motors firmó un acuerdo con un proveedor con el cual buscarán eficientar el uso de los microprocesadores en los autos para reducirlos al mínimo”, explicó Bautista.

La consultora EY estimó que debido a la escasez de insumos el tiempo de espera para adquirir un vehículo nuevo en México alcanza los 49 días.

Por lo que hace a las importaciones de componentes y autopartes, México demanda de Estados Unidos el 52.7 por ciento de los productos que entran al país, 14 por ciento proviene de China, 6.5 por ciento de Japón, 6.2 por ciento de Corea del Sur, 5 por ciento de Alemania, 3.8 por ciento de Canadá y el restante 11.8 por ciento proviene de otros países.

Entre los productos que más importa México del exterior para el sector destacan las partes troqueladas y los accesorios para carrocerías, además de los componentes para cajas de cambio, asientos, y los dispositivos de audio y video, motores de combustión interna, arneses, frenos, bolsas de aires y cinturones de seguridad, todo ello con un valor de más de 53 mil 474 millones de dólares anuales.

Sube a 26.2 semanas espera por chips

Los tiempos de espera para las entregas de semiconductores volvieron a aumentar en febrero, una señal de que la escasez continúa atormentando a los compradores de chips en una amplia gama de industrias.

Los plazos de entrega, el tiempo que transcurre entre el pedido y la entrega de un chip, aumentaron en febrero tres días, a 26.2 semanas, según un estudio de Susquehanna Financial Group. En enero, el grupo informó de que los retrasos se estaban acortando, la primera señal de mejora desde 2019.

Aunque los tiempos de entrega volvieron a aumentar, no lo hicieron tan rápido como durante gran parte de 2021. Pero algunos sectores se han visto más afectados que otros. Los plazos de entrega de los microcontroladores alcanzaron un máximo de 35.7 semanas en febrero, según el estudio de Susquehanna.

Los plazos de entrega también aumentaron en una semana y media para los componentes de gestión de energía. Ambos son piezas esenciales de muchos productos electrónicos, incluidos los componentes de los automóviles.

La escasez mundial de semiconductores comenzó en el primer semestre de 2020, impulsada por la demanda de tecnología de consumo y vehículos provocada por la pandemia.

La escasez de semiconductores ha frenado la producción de todo tipo de productos, desde teléfonos inteligentes hasta camionetas, lo que ha provocado una pérdida de ingresos de miles de millones y ha contribuido a la inflación al aumentar los costos.

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