🔸 El juez que lleva el caso de los hermanos Menéndez decidió retrasa el juicio argumentando que necesita más tempo para analizar más de 10 cajas de documentos
#ESTADOSUNIDOS | Michael Jesic, juez de la Corte Superior en Los Ángeles, pospuso hasta enero su decisión sobre si volver a sentenciar a Erik y Lyle Menéndez por el asesinato de sus padres en su mansión de Beverly Hills hace 35 años, acabando con la esperanza de su familia de que los hermanos fueran liberados y estuvieran en casa para las fiestas de fin de año.
El juez dijo en la audiencia que necesitaba tiempo para revisar 17 cajas de documentos y dar un lapso más al nuevo fiscal de distrito para que se pronuncie sobre el caso.
“No estoy listo para proceder”, dijo Jersic, quien fijó la audiencia para la solicitud de una nueva sentencia para el 30 de enero en lugar del 11 de diciembre, como estaba planeado originalmente.
Los hermanos tenían programado participar en la audiencia, pero una serie de problemas técnicos les impidieron aparecer virtualmente desde la Institución Correccional Richard J. Donovan en San Diego, donde se encuentran recluidos.
Erik y Lyle fueron declarados culpables de asesinar a Jose y Kitty Menendez, en 1989, y condenados a cadena perpetua sin libertad condicional.
Sus abogados defensores argumentaron en el juicio que habían sido víctimas de abuso sexual por parte de su padre, pero los fiscales lo negaron y los acusaron de matar a sus padres por dinero. En los años siguientes, apelaron repetidamente sus condenas sin éxito.
Ahora, a los 53 y 56 años, Erik y Lyle Menendez están haciendo un nuevo intento de alcanzar la libertad. Sus abogados presentaron una petición de habeas corpus —una solicitud para que un tribunal examine si alguien está siendo detenido legalmente— en mayo de 2023, en la que pidieron a un juez que considere nuevas pruebas del abuso sexual de su padre.
Jesic permitió que las dos tías de los hermanos testificaran el lunes después de que su abogado argumentara que les fue difícil viajar para la audiencia.
Joan Andersen VanderMolen, la hermana de Kitty Menendez que cumple 93 años el martes, y Teresita Baralt, de 85 años y hermana mayor de Jose, pidieron la liberación de Erik y Lyle, y dijeron que 35 años era mucho tiempo para los hermanos después de sufrir abusos siendo niños.
Baralt señaló que era muy cercana a José y vivió durante años al otro lado de la calle de él y de Kitty, a quien describió como su mejor amiga.
“Extrañamos tremendamente a los que se han ido”, dijo Baralt entre lágrimas después de tomar la palabra. “Pero también extrañamos a los niños”.
Ambas tías dijeron que habían mantenido contacto con los hermanos, aunque no los habían visto.
La audiencia terminó después de menos de una hora.
Los recientes lanzamientos del drama de Netflix “Monsters: Lyle and Erik Menendez Story” y el documental “The Menendez Brothers” en 2024 trajeron atención renovada a su situación.
Los fiscales recomendaron una nueva sentencia para los hermanos el mes pasado.
El fiscal de distrito de Los Ángeles, George Gascón, pidió nuevas sentencias de 50 años a cadena perpetua. Esto podría hacerlos inmediatamente elegibles para libertad condicional porque tenían menos de 26 años cuando mataron a sus padres.
La familia extendida de los hermanos ha dicho que merecen ser libres después de décadas tras las rejas. Varios miembros de la familia han dicho que en el mundo de hoy —que es más consciente del impacto del abuso sexual— los hermanos no habrían sido condenados por asesinato en primer grado ni sentenciados a cadena perpetua.
Sin embargo, los abogados de Milton Andersen, el hermano de 90 años de Kitty Menendez, presentaron un escrito en el que pidieron al tribunal que mantenga el castigo original de los hermanos. “Dispararon contra su madre, Kitty, y recargaron para asegurarse de su muerte”, dijeron los abogados de Andersen en un comunicado el mes pasado. “La evidencia sigue siendo abrumadoramente clara: el veredicto del jurado fue justo y el castigo se ajusta al crimen atroz”.