🔸Atheltics disputó su último partido de Grandes Ligas (MLB) en dicha ciudad, que antes sufrió el abandono de Raiders (NFL) y Warriors (NBA). El panorama arcaico y austero motivó dichas mudanzas.
#DEPORTES | Oficialmente la ciudad de Oakland se quedó sin equipos deportivos profesionales. Athletics era su último residente, pero esta semana, con el cierre de temporada regular del beisbol de Grandes Ligas (MLB), esa historia también se acabó.
Un total de 46,889 espectadores presenciaron el último partido de Athletics en el Oakland Coliseum, que fue su hogar desde 1968. El equipo local derrotó 3-2 a los actuales campeones de la Serie Mundial, Texas Rangers, y se despidió de manera emotiva.
Las leyendas del equipo, que brillaron en el Coliseum hace algunas décadas, dieron pie a la despedida. Barry Zito, ganador del Cy Young de la Liga Americana (LA) en 2002, fue el encargado de entonar el himno nacional de Estados Unidos, mientras que Rickey Henderson y Dave Stewart hicieron los primeros lanzamientos ceremoniales.
Algunos peloteros, como dominicano Michel Otáñez, recogieron arena al término del partido, mientras que los aficionados lanzaron papel higiénico, botellas, bombas de humo e, incluso, un par se metió al campo para correr en la novena entrada.
Sin embargo, el sello más característico fueron las pancartas de los aficionados en las tribunas con la leyenda “¡Vende al equipo!”, dirigida al actual propietario de los Athletics, John Fisher, heredero único de la tienda de ropa Gap.
Fisher y los Athletics vivieron su último partido en Oakland este 26 de septiembre y con ello dejaron vacía a la ciudad en cuanto a deportes profesionales, luego de que los Warriors (NBA) se mudaran a San Francisco en 2019 y los Raiders (NFL) a Las Vegas en 2020.
Décadas atrás, el Oakland Coliseum fue sede de los tres equipos. Pero lo que apresuró su partida en apenas un lustro fue, al menos en el argumento de sus propietarios, la falta de modernidad en el estadio y de presupuesto público.