La liga de futbol americano ya era la más rica del mundo, pero la llegada de la cantante Taylor Swift a sus estadios para animar a su pareja, un jugador estrella del Kansas City, le ha dado un impulso publicitario sin precedentes.

Desde el 24 de septiembre, la artista se prodiga en las tribunas para animar a su novio Travis Kelce, un jugador estelar del Kansas City Chiefs que el domingo disputará en Las Vegas el Super Bowl, la final del campeonato ante los San Francisco 49ers.

Taylor Swift nunca ha hablado ni ha concedido una entrevista y las cadenas de televisión la han mostrado de media menos de 30 segundos por encuentro, y rara vez la mencionan, pero su mera presencia ha bastado para producir efectos palpables en las cuentas de la National Football League (NFL).

La forma más fácil de medirlo es en las redes sociales”, explica Joe Favorito, consultor y profesor de la Universidad de Columbia.

La irrupción de la cantante más popular del momento ha dado a la NFL en general, y a los Chiefs en particular, una exposición mediática adicional que equivale a “millones” de dólares de publicidad, según el especialista de marketing deportivo.

Según los portales especializados Semrush y Similarweb, las visitas a la página oficial de los Chiefs han crecido 40% desde septiembre.

Y aunque no es posible establecer formalmente una relación causa efecto, el primer encuentro de Kansas City en los playoffs a finales de enero registró un récord de audiencia.

NUEVO PÚBLICO
Si las audiencias suben, también lo hacen las ventas de publicidad”, afirma Ashley Brantman, codirectora de la consultora de patrocinio Jack 39.

Atrae a un público nuevo”, sobre todo “a las swifties”, el club de fans de Taylor Swift, “para ver al novio de Taylor, pero también lo que lleva puesto”, dice.

En una señal de que la NFL se mantiene al día, recientemente firmó un acuerdo de colaboración con la diseñadora Kristin Juszczyk, más conocida hasta ahora por ser la esposa del jugador de los San Francisco 49ers Kyle Juszczyk.

Sus acciones se dispararon después de que diseñara una chaqueta de plumón para Taylor Swift que recordaba a la camiseta de Travis Kelce que la cantante lució en un partido.

La diseñadora de 29 años creará una línea de ropa con un estilo más fashion que las tradicionales camisetas y gorras, ampliando así la oferta de merchandising de la NFL a otros públicos.

Yo solía ser una de esas personas que pensaba que la NFL no podía seguir creciendo”, admite Ashley Brantman, refiriéndose a la liga que atrajo a unos 115 millones de espectadores en el último Super Bowl, un récord histórico.

Pero Taylor acaba de demostrar que “ha entrado en el ecosistema un nuevo grupo de fans, en su mayoría mujeres”, dice.

En cierto modo, ha conectado a los fans de Taylor con los de la NFL”, dijo entusiasmado Roger Goodell, comisionado de la NFL, a finales de noviembre.

APUESTAS ABIERTAS
El romance entre la cantante y el jugador con dos anillos de campeón también está sonando fuera de Estados Unidos para una NFL que lleva décadas soñando con la expansión.

Sin duda ha abierto puertas al equipo y a la liga más en el extranjero que en suelo estadunidense”, según Joe Favorito, sobre todo “con aficionados que no sabían nada de la NFL o tenían un conocimiento limitado de ella”.

El fenómeno también ha atraído al mundo de las apuestas: desde el color de labial de Taylor hasta la posibilidad de que se coma un hot dog y hasta que Kelce le proponga matrimonio en caso de salir campeón en la casa de los Malosos de Las Vegas.

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