El transporte aéreo en Argentina enfrenta perturbaciones significativas debido a las cancelaciones y reprogramaciones de vuelos durante el paro general convocado este miércoles por la principal central sindical del país, en protesta contra el Gobierno de Javier Milei.
La compañía de bandera Aerolíneas Argentinas ha cancelado 295 vuelos y reprogramado otros 26, impactando a aproximadamente 20 mil pasajeros, quienes «experimentarán un día complicado debido a esta medida», según informó Manuel Adorni, portavoz presidencial, en una rueda de prensa en la Casa Rosada. Adorni destacó que el paro resultará en una pérdida de 2.5 millones de dólares para la aerolínea estatal, una carga financiera que recaerá en todos los argentinos.
El portavoz aprovechó la ocasión para elogiar a las empresas que «no se suman al paro» y promueven la normalidad laboral, mencionando específicamente a la firma de bajo coste FlyBondi, cuya operación se mantendrá lo más normal posible dentro del caos generado por el paro.
Mientras tanto, en Buenos Aires, el Aeroparque Jorge Newbery, el segundo aeropuerto más importante del país, permanece cerrado debido a la cantidad de vuelos cancelados.
La Asociación de Personal Aeronáutico (APA) inició el paro a medianoche, mostrando su adhesión en redes sociales y generando caos en aeropuertos clave como Ezeiza y Aeroparque Jorge Newbery. La Asociación de Trabajadores Aeronáuticos de Flybondi (ATAF), en cambio, no se une al paro y rechaza la medida de fuerza, considerándola orientada a objetivos políticos.
Este paro general, convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), se extiende desde el mediodía hasta la medianoche y busca protestar contra el decreto de necesidad y urgencia y el proyecto de ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos. La huelga refleja tensiones políticas y sociales en un momento crucial para el país.