Ante empresarios de México y Estados Unidos, expuso que se tiene que hacerse en un marco donde quede clara la inversión pública y la inversión privada; es necesario generar las condiciones para que los beneficios de la relocalización de empresas se traduzcan en bienestar para los mexicanos, indicó.
La precandidata de Morena, PT y PVEM, a la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, se reunió con empresarios de México y Estados Unidos, ante quienes señaló que México debe acelerar su transición energética y generar las condiciones para que los beneficios que tenga el país por la relocalización de empresas con miras al mercado estadounidense, se traduzcan en bienestar para los mexicanos.
Ante alrededor de 300 empresarios de ambas naciones, reunidos por la American Society of México, recordó los compromisos internacionales ante la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en los que se establecen límites a la generación de electricidad mediante el uso de combustibles fósiles. En ese sentido, dijo que “México tiene que acelerar su transición energética, no solamente para disminuir la generación de gases de efecto invernadero, sino también para incorporarnos al mercado internacional, que es algo fundamental”.
Dijo que la generación de electricidad en el país debe realizarse, por una parte, a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y, por la otra, mediante la participación del sector privado, pero, con reglas claras.
En ese sentido comentó que la generación mediante el llamado auto abasto para empresas, en el pasado reciente, se realizó en México “con muchísimos problemas de ilegalidades y técnicos en la red de transmisión, pero bien hecho se puede hacer, en el marco de la ley”.
La visión es acelerar la transición energética en un marco en donde quede clara la inversión pública y la inversión privada, remarcó.
Al respecto Jorge Islas, investigador del Instituto de Energías Renovables de la UNAM, quien coordina los trabajos para la integración de un proyecto de largo plazo en materia de energía, dentro del equipo de la precandidata, informó que en los foros en la materia organizados como parte de la construcción de esa candidatura presidencial, ha quedado de manifiesto que la demanda de energía en México va a crecer, tanto por el fenómeno de relocalización de empresas, pero también por el crecimiento del PIB nacional, que, de sostenerse, va detonar demandas energéticas muy importantes en todo el país.
Mencionó que es necesario reconocer la rectoría del Estado, pues sin ella ese sector no puede avanzar de manera transparente y ordenada; fortalecer las empresas públicas; avanzar en el establecimiento de una economía mixta en los subsectores energéticos; que México haga su parte para la mitigación del cambio climático; implementar programas ambiciosos de energía eléctrica y que las inversiones en el sector se hagan respetando el medio ambiente y propiciando el desarrollo social.
Claudia Sheinbaum también enfatizó que es necesario seguir hablando de eficiencia energética. El mundo ya sabe cómo desacoplar el crecimiento económico del crecimiento de la energía, mencionó.
Por otra parte, subrayó que en el primer Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México-Estados Unidos y Canadá, el desarrollo se sustentó en mano de obra barata. “Quizá hubo inversión, pero no se generó el bienestar que queríamos”.
En ese sentido, recalcó: “Nosotros queremos que la inversión extranjera directa y que la inversión nacional no solo se traduzca en los grandes indicadores como crecimiento del Producto Interno Bruto, o de la Inversión Extranjera Directa, sino que el reto que tenemos todos (empresarios, gobierno y trabajadores) es que se traduzca en bienestar y evidentemente, en un desarrollo de bajo impacto ambiental”.
Queremos que siga habiendo inversión en México, pero nuestro objetivo es que, con la estabilidad económica que tenemos, con la autonomía del Banco de México y todos los criterios macroeconómicos necesarios para poder mantener al país sin déficit y economía sana, lo que se quiere es que esa in versión genera bienestar, expuso ante los empresarios.
A manera de ejemplo dijo: queremos que la inversión de Tesla en Nuevo León no solamente genere inversión, sino que los trabajadores que van a laborar ahí no solo tengan buenos salarios, sino que tengan un lugar digno donde vivir, buenas escuelas y servicios de salud de calidad.
Además, que el agua que consuma esa planta no se la quite al cultivo de alimentos y al consumo humano.
Ese es el gran reto que se crea hoy a partir del nearshoring y las grandes oportunidades que tenemos en México, insistió.
La aspirante mencionó que su equipo trabaja en la integración de un esquema que permita implementar una planeación ordenada del nearshoring con el objetivo de lograr, un desarrollo regional, basado en donde hay recursos naturales, donde hay energías, donde se dan las facilidades, tanto en trámites e incentivos que permita generar clústeres empresariales en el país.
Insistió en que el objetivo es que la inversión sea de manera clara, ordenada y que genere un proceso de bienestar.
Al respecto, Altagracia Gómez, empresaria encargada dentro del equipo de la precandidata de la planeación de medidas para aprovechar de mejor manera el fenómeno de la relocalización de empresas, explicó que los principios que deben orientar el nearshoring en México son que permitan generar condiciones de prosperidad con bienestar; economía mixta, que quiere decir rectoría del Estado con decidida participación del privado agregando valor y cero corrupciones; planeación, para que ganen comunidades, colaboradores y las compañías e inclusión, para no solo captar valor, sino para crearlo y que beneficie también a pequeñas y medianas empresas; cooperación intersectorial y vocación regional.
Dijo que eso se traduce en que, del lado del Estado, está la obligación de respetar, promover, proteger y garantizar los derechos y las libertades, así como derechos económicos sociales y culturales y del lado de los particulares abstenerse de violar la ley.
La precandidata hizo una exposición de las políticas públicas implementadas durante su administración en la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México que permitieron bajar la incidencia delictiva; disminuir la deuda pública; mejorar la movilidad y reducir trámites, como para la apertura de empresas.