Se estima que, en ambas ciudades, este mercado generaría alrededor de 600 millones de dólares al año

Por su atractivo turístico y las nuevas oportunidades que llegan con la relocalización de empresas (nearshoring), México se ha convertido en uno de los países más atractivos para los negocios de vivienda para alquiler temporal rentas de corta estancia.

La Ciudad de México, Los Cabos en Baja California Sur, así como Cancún y Tulum en Quintana Roo, son los principales mercados del rubro a lo largo del país.

Con base en la oferta de casas y departamentos para alquiler de corta estancia, su precio y ocupación promedio, Los Cabos y la Ciudad de México generan 320 y 290 millones de dólares al año, respectivamente, según datos de la proptech española Alterhome.

Chema González, director general de la empresa especializada en alquiler vacacional, indicó que este segmento de la economía mexicana tiene un panorama favorecedor hacia el futuro, aunque también deberá enfrentar retos como la regulación y la profesionalización.

«México es un mercado muy grande, crece incluso más que el europeo. Con lo que está pasando con el nearshoring y el comportamiento del peso frente al dólar, se vienen años de buena economía que beneficiarán al alquiler vacacional; aunque hay que llenar el hueco de profesionalización y regulación que falta para consolidar el mercado», comentó en entrevista.

Invertirán 1.4 millones de euros

En su primer año de operación en México, Alterhome planea invertir 1.4 millones de euros para desplegar su negocio en 12 puntos del país; la meta es alojar hasta 12,000 viajeros en las propiedades administradas con su tecnología.

Para lograrlo, el objetivo es democratizar las oportunidades que ofrece la vivienda para renta vacacional a través de un modelo de negocio dirigido a emprendedores que quieran capturar la rentabilidad del mercado, incluso sin ser dueños de alguna propiedad y sin tener experiencia en el sector.

De acuerdo con González, una vivienda media en Cancún o en la Ciudad de México puede generar un ingreso promedio de 33,000 dólares al año a través de rentas de corta estancia; en donde el gestor de la propiedad puede ganar de 9 a 12% de comisión.

«Hemos creado tecnología para que cualquier persona pueda montar un negocio que le permita administrar de 30 a 100 viviendas en un año. Para eso les brindamos formación y herramientas digitales especializadas en la administración de propiedades», indicó el especialista.

La plataforma de Alterhome emplea Big Data para factores estratégicos como la fijación de precios, llave digital para acceder a las viviendas, acuerdos con OTAs (Online Travel Agency) y aplicaciones para controlar el ruido.

Regulación es primordial

Si bien el auge de la vivienda vacacional ha resultado un buen negocio, lo cierto es que también ha levantado inconformidades en ciertas urbes como la Ciudad de México, en donde se ha señalado una disminución del inventario de casas y departamentos para el alquiler tradicional, así como el incremento de precios de los mismos.

Como vicepresidente de la Asociación de Renta Vacacional en España, González mencionó que la regulación del mercado es una prioridad para salvaguardar los intereses de todas las partes implicadas, es decir, propietarios, administradores, viajeros y población local.

«He trabajado con administraciones públicas desde hace 10 años y hemos participado en muchas regulaciones que han ayudado a quitar la presión en el inventario, así como a mejorar la convivencia entre vecinos y viajeros. Seguramente se creará una regulación similar en México», dijo el experto.

En este sentido, remarcó que algunas de las alternativas para regular la vivienda de renta temporal, son: delimitar las zonas de interés para los locales y las más concurridas por los turistas; así como emitir licencias de operación para las propiedades.

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