El nuevo Acuerdo Global entre México y Bruselas fue firmado, en principio, en 2020. Pero su conclusión está paralizada. Desde la Eurocámara, preguntas y explicaciones

«Es fundamental dar el empujón final. Dentro de poco, entramos en período electoral en México y también en el Parlamento Europeo. Debemos conseguir votarlo antes de que termine la legislatura», dice a DW, desde México, Inmaculada Rodríguez Piñero. La eurodiputada española del bloque progresista de la Eurocámara fue relatora de la modernización del Acuerdo Global con México.

«El tiempo apremia», subraya. Se refiere a que, en mayo del 2024, se renuevan los 705 diputados y los equilibrios políticos de la Eurocámara. También se refiere a que en México, en junio, hay elecciones presidenciales y federales. Así como a que antes de que la Eurocámara lo apruebe, deberá ser traducido a las 24 lenguas oficiales de la UE.

¿Qué es lo que pasa?

La modernización del Acuerdo Global entre la Unión Europea y México quedó lista en abril de 2020. En principio. Lo cierto es que, de verdad, no acaba de ser aprobada. Primero porque Bruselas tuvo que cambiar la estructura jurídica del acuerdo, algo que México no aceptó.

Ahora, hace meses, que en el corazón de Europa se espera respuesta a la propuesta de solución enviada por la Comisión Europea. Pero México hace esperar su «luz verde».

En reuniones al más alto nivel, Rodríguez Piñero afirma haber detectado firme voluntad por parte de México de concluir ese acuerdo.

«Debido a cambios en todo el equipo del ministerio de Economía, encargado de los acuerdos comerciales, han tenido que revisar otra vez todo el acuerdo. También están estudiando su compatibilidad con la nueva ley energética y de electricidad mexicana. Estamos debatiendo la letra pequeña», agrega.

Un gigante económico y geopolítico

Mientras tanto, en Bruselas, miembros de la Eurocámara expresan su preocupación por el destino de esta modernización. El valor de tener un acuerdo de este calibre con uno de los dos gigantes latinoamericanos es innegable; también geopolíticamente como puente entre las Américas, y como puente hacia el Caribe. Es clave para acercar a México como socio en cuestiones de la transición verde, fundamental para la UE, y para sus inversiones.

¿La falta de respuesta de México se debe a que se va a beneficiar de la relocalización regional de las cadenas de suministro de Estados Unidos?, se preguntan los eurodiputados en la Comisión de Asuntos Exteriores. «Es un tema estratégico, sí», responde Rodríguez-Piñero.

«Pero México apuesta también por la diversificación y está consciente de la importancia de la UE. Somos su segundo inversor y altamente competitivos en todo lo que es la industria de energías renovables. México también apuesta por la reducción de emisiones», recuerda la eurodiputada, refiriéndose al pilar de inversiones y a capítulos sobre medio ambiente y desarrollo sostenible del nuevo Acuerdo Global.

Alude también al ampliado acceso al mercado de productos agrícolas del desigual y empobrecido sur mexicano: «A la vez que nosotros tenemos que hacer una gran apuesta por la seguridad alimentaria europea, México quiere desarrollar esa región. Los objetivos coinciden», subraya.

No todo es comercio

No obstante, no todo es comercio e inversión. En la reunión en la Eurocámara se recordó el alto nivel de violencia y crimen organizado en México. Si bien desapariciones forzadas, feminicidios, violaciones de derechos humanos a migrantes y militarización del país han sido temas nunca ausentes en la Eurocámara, una resolución condenando la violencia contraperiodistas y defensores de derechos humanos(abril 2022), cosechó airados comentarios del Gobierno mexicano contra los eurodiputados.

«México es un socio clave, también para nuestro renovado objetivo de impulsar las relaciones entre la UE y América Latina», comentó a DW Jordi Solé, eurodiputado por España de la bancada de Los Verdes.

«No obstante, la modernización del acuerdo no lo es todo. No podemos cerrar los ojos a la realidad del país», afirmó, defendiendo el papel de la Eurocámara en manifestar su preocupación por las violaciones de derechos humanos. «También cuando vienen por parte de empresas europeas que se verán obligadas a respetar medidas de diligencia debida y a indemnizar a las víctimas», afirmó Solé.

«México es consciente de lo que sucede en derechos humanos, con el crimen organizado, y con el problemón de los feminicidios», acota Rodríguez-Piñero, en la última jornada de su visita a la capital azteca.

Y concluye: «He quedado muy contenta con la estructuración de la sociedad civil mexicana que, con el nuevo acuerdo, pondría en marcha grupos de asesoramiento nacional, para hacer seguimiento de todas sus partes, no solamente del pilar comercial».

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