El presidente Joe Biden abordará el jueves el espinoso tema migratorio en un discurso y prevé visitar la frontera entre Estados Unidos y México, probablemente la próxima semana.

«Pronunciaré un discurso mañana sobre la seguridad fronteriza», dijo el mandatario estadounidense a los periodistas este miércoles en la Casa Blanca.

Poco antes afirmó que tiene la «intención» de viajar a la zona fronteriza por primera vez desde que asumió el cargo hace dos años, posiblemente al margen de un viaje previsto a México la próxima semana. «Esa es mi intención. Ahora estamos trabajando en los detalles», afirmó Biden durante una visita a Kentucky.

Se desconoce a qué parte iría de la frontera, que tiene más de 3.057 kilómetros de largo.

Biden viajará el lunes a México para participar en una cumbre de dirigentes norteamericanos junto al primer ministro canadiense Justin Trudeau y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.

Desde su investidura, el Gobierno demócrata intenta esquivar la seguridad fronteriza, un problema complejo que otros presidentes no han podido resolver.

La economía estadounidense depende en gran medida de la mano de obra extranjera, pero la cantidad de migrantes, muchos de ellos latinoamericanos, que a veces ponen sus vidas en peligro en su intento por llegar a Estados Unidos en busca de una vida mejor o para pedir asilo, ha tensado mucho el sistema.

Miembros de su Gobierno han llegado a decir que el sistema migratorio está «roto».

Una batalla política

Algunas de las batallas políticas más feroces de los últimos años se han librado en torno a la situación en la frontera con México.

Su predecesor republicano, Donald Trump, llegó al poder en 2016 en gran parte gracias a un mensaje que calificaba de «delincuentes», e incluso de «violadores y asesinos», a quienes cruzan esta frontera. Una retórica incendiaria que caló en comunidades preocupadas por la delincuencia o la pérdida de empleo.

Biden, quien derrotó a Trump en 2020, prometió restaurar los valores tradicionales de Estados Unidos en la frontera, es decir, brindar refugio a los solicitantes de asilo y poner fin a las duras políticas de detención para quienes la cruzan sin la documentación necesaria.

La pandemia de Covid-19 ha complicado el debate, con una batalla legal en curso sobre si las restricciones sanitarias utilizadas para frenar y expulsar rápidamente a migrantes deben mantenerse.

El tema fronterizo es una de las principales debilidades políticas de Biden, una piedra en su camino para la reelección si se presenta a un segundo mandato en el cargo, como hará según sus consejeros.

Los guardias fronterizos a menudo se ven abrumados por la afluencia de migrantes o solicitantes de asilo, muchos de los cuales huyen de la miseria. Son muchos de ellos de América Central, haitianos, venezolanos, cubanos y de otros países que se exponen a un largo y peligroso viaje.

Algunos conservadores acusan a Biden de abandonar a su suerte la frontera y la Casa Blanca responde que la llave para resolver el problema la tiene el Congreso, donde los legisladores republicanos y demócratas son incapaces de ponerse de acuerdo sobre las reformas migratorias.

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *